El Tren del Fin del Mundo es una de las principales atracciones turísticas de Ushuaia. Su estación de cabecera se encuentra a 7 km de la ciudad.
La duración de cada viaje es de 1 hora de ida y 1:45 el trayecto ida y vuelta, contando con una parada intermedia, en la Estación La Macarena.
Dentro de sus vagones, podrá apreciarse la historia de este importante ferrocarril, un ícono de la provincia de Tierra del Fuego.
Sus locomotoras funcionan a vapor y cuentan con ventanales amplios dentro de sus coches, que permitirán contemplar los paisajes a transitar.
Asimismo, a través de un sistema de audio individual, disponible en 7 idiomas, se informa a los pasajeros datos sobre la ciudad, este medio de transporte y los sitios visitados.
Los paisajes que se pueden admirar desde el Tren del Fin del Mundo contemplan ríos, cascadas y bosques, que han sido lugares que recorrían los presos durante décadas.
La historia del tren
El Tren del Fin del Mundo, antiguamente tren de los presos, conectaba el presidio de Ushuaia con el Monte Susana. El objetivo de su creación se centraba en la obtención de materiales como la madera y piedra.
Su funcionamiento data de más de un siglo, contando únicamente con dos locomotoras en sus inicios. Realizaba un viaje matutino, transportando a los presos, para luego retomar hacia el centro de la ciudad al final del día.
En 1947 solicitaron el cierre de la cárcel por motivos humanitarios. Durante los años siguientes, el tren continuó funcionando para la producción de los aserraderos locales.
En 1949 ocurrió un terremoto, ocasionando un derrumbe sobre las vías de esta línea ferroviaria, causando el abandono de este servicio hasta la década de los 90.
El 11 de octubre de 1994 retomó su actividad, inaugurando diferentes clases dentro de sus vagones, en búsqueda de convertirlo en una nueva atracción turística.
Luego de casi tres décadas, el Tren del Fin del Mundo en Ushuaia se ha consagrado como uno de los mayores puntos de interés de la ciudad austral.
El tren por dentro
Este ferrocarril posee diferentes clases, listas para deleitar a sus pasajeros y sus necesidades. Entre estas se encuentran:
- Clase Turista: Sus coches se mantienen calefaccionados y brindan el servicio de audio individual para que cada persona pueda escuchar la historia del tren.
- Primera superior: Posee un embarque diferencial y prioritario. Sus vagones presentan mesas individuales, con la posibilidad de acceder a un menú variado con opciones de la gastronomía regional.
- Clase Premium: Esta opción sube las apuestas del menú, con especies autóctonas dentro de su carta. Con un embarque prioritario, los pasajeros concluirán esta experiencia con souvenirs exclusivos del Tren del Fin del Mundo.
- Servicio especial VIP: Es un servicio diferencial y exclusivo, esta opción permite acceder al coche presidencial de 8 plazas y una ferromoza que asistirá a los presentes. El viaje se complementa con un único menú de tres pasos y una visita privada a los talleres del ferrocarril.
Los mejores paisajes desde el Tren del Fin del Mundo
El viaje en el Tren del Fin del Mundo presenta 7 kilómetros con gran diversidad de paisajes. Bosques de lengas, ríos, cascadas y otras maravillas naturales, son las que complementan esta experiencia única.
El trayecto comienza en la Estación del Fin del Mundo, desde donde parten todas las formaciones ferroviarias. Desde allí es posible tomar fotografías con los carteles típicos, una de las postales más buscadas por los turistas.
En el interior de sus instalaciones, se pueden observar fotografías antiguas que retratan la historia del tren, como también los talleres que realizaban mantenimiento al mismo, por fuera.
El recorrido continúa por la zona del Cañadón del Toro, que atraviesa el Río Pipo. A través del Puente Quemado, se cruzará dicha fluente para acceder a los otros puntos de interés del trayecto.
El ferrocarril llegará a la Estación Cascada la Macarena, donde los pasajeros podrán descender para explorar el área y esta maravilla natural.
El camino sigue hacia el cementerio de árboles, una peculiar área que cuenta con bosques talados por los presos durante años. Allí se encuentran los denominados tocones, que refieren a los restos de troncos que no superan los 50 cm de altura.
La travesía concluye en su última parada, en el Parque Nacional Tierra del Fuego. En este los pasajeros podrán realizar un trasbordo y regresar al punto de partida.
Muchos turistas deciden explorar este maravilloso parque, que ha preservado especies animales y bosques patagónicos durante años.
En este se podrá explorar a través de sus senderos y observar el Canal Beagle, el Monte Martial, la Laguna Negra, Bahía Ensenada Zaratiegui, Unidad Postal Fin del Mundo entre otras maravillas de Ushuaia.
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